Me ha sorprendido el uso del cuerpo de este artista callejero de la ciudad de Nueva York. Sus piruetas circenses son increíbles, con mucha flexibilidad y energía. Además, despierta las simpatías con su humor y sus burlas. Un ejemplo de como el cuerpo humano tiene mucho más potencial del que creemos, para un uso libre y lleno de autenticidad en sus movimientos. No te pierdas esta locura de espectáculo en la calle, pues a mi me ha sorprendido gratamente:
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